Corteza
somatosensitiva primaria (1, 2, 3)
Localización: Ocupa la circunvolución poscentral en la superficie
lateral del hemisferio, y la parte posterior del lóbulo paracentral, en la superficie medial.
Función:
Se encarga de recibir todas las sensaciones
táctiles, articulares y musculares del lado contralateral del cuerpo.
Disfunción: Los daños
a esta área producirán confusiones en la percepción táctil del individuo (temperatura,
presión, dolor, tacto).
A
diferencia de lo que ocurre con otros sentidos, cuando analizamos el sistema
somatosensorial nos encontramos ante una función biológica que se caracteriza
por pertenecer al cuerpo entero, en lugar de a un órgano sensorial específico,
y funcionar por contacto, frente a otros sentidos que utilizan una energía
medial como la luz o las ondas de presión del aire.
El sistema somatosensorial actúa principalmente por contacto
directo con objetos que alcanzan al cuerpo. De manera más precisa, deberíamos
decir que los receptores de este sistema sensorial informan tanto de las
diferentes formas de resistencia de
los objetos a nuestro movimiento, como de las distintas formas de deformación generadas por el contacto
con nuestra superficie corporal.
Por tanto, son estímulos del sistema somatosensorial aquellos
capaces de producir estos efectos.
Además,
la piel responde de manera específica a cualquiera de estos estímulos cuando su
intensidad es capaz de producir un daño en los tejidos corporales.
Esta respuesta es la respuesta de dolor.
No
es posible asociar de una manera unívoca la percepción consciente de una
modalidad específica de sensación somatosensorial con la activación de un tipo
particular de sistema fibra-receptor: los estímulos que entran en contacto con
la piel suelen activar múltiples receptores somatosensoriales diferentes.
Los receptores somatosensoriales
El
sistema somatosensorial cuenta con un conjunto de receptores capaces de informar
no sólo del estado de nuestra piel, sino también de la posición de las
distintas partes del cuerpo y del esfuerzo muscular que realizamos. Dada la
variedad de estímulos que actúan sobre el sistema somatosensorial, éste cuenta
con un conjunto muy variado de receptores. Éstos se clasifican en
mecanorreceptores, nociceptores, termorreceptores y propioceptores.
Algunos
de estos receptores están formados por las ramas terminales, no mielinizadas,
de la neurona sensorial, por lo que se denominan terminaciones nerviosas
libres. Tanto los nociceptores como los termorreceptores son de este
tipo. La mayoría de los receptores, sin embargo, muestran algún tipo de encapsulamiento, es decir, el terminal
nervioso está rodeado por algún tipo de estructura que modula la respuesta
neuronal y determina el tipo de estímulo al que responderá el receptor. Los
mecanorreceptores son receptores encapsulados.
Las
vías somatosensoriales
Los
potenciales de acción generados por la activación de los receptores
somatosensoriales se transmiten hasta el sistema nervioso central por los
axones aferentes, que alcanzan la médula
espinal a través de las raíces
dorsales de los nervios periféricos. Estos axones tienen su soma en los ganglios localizados junto a la zona dorsal de la columna
vertebral.
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